martes, 29 de junio de 2010

Banderas históricas de la Argentina

Entre 1812 y 1813, Manuel Belgrano usó varios diseños de banderas, no quedando definitivamente establecido cuál fue su primer diseño. Un modelo con colores invertidos podría ser el primero, conservado actualmente en Bolivia. La bandera bicolor de franjas verticales, que se dice usada por Belgrano, no fue una bandera, sino un gallardete usado por el Ejército de los Andes.

Bandera usada por Belgrano en 1812.

Gallardete usado por Belgrano


Bandera de 1819 a 1820, cambiado a azul en detrimento del celeste por negociaciones monárquicas.


Bandera de Artigas usada por la Liga Federal entre 1815 y 1820.


Bandera de la Argentina a fines de 1840.


Bandera de la Confederación Argentina (1860).


Bandera civil de la Argentina hasta 1985.


martes, 15 de junio de 2010

La Bandera

                                                            Historia

La actual bandera de la Argentina está basada en la bandera creada por Manuel Belgrano, quien la diseñó con los colores de la escarapela nacional, celeste y blanca, y que enarboló por primera vez en la ciudad de Rosario el 27 de febrero de 1812 para utilizarla en el ejército de su mando (lo cual fue desautorizado por el gobierno).



                                              La Bandera

El 27 de febrero de 1812, Belgrano estableció dos baterías de artillería en ambas orillas del río Paraná, próximas a la entonces pequeña población conocida como Villa del Rosario (la actual ciudad de Rosario). En esa misma fecha, hacia las 18:30 hs, y en solemne ceremonia, Belgrano dispuso que sea por primera vez enarbolada una bandera de su creación (se presume que de dos franjas horizontales, blanca la superior y celeste la inferior). La tradición señala que esa primera bandera izada por Belgrano fue confeccionada por una vecina de Rosario: María Catalina Echevarría de Vidal, y quien tuvo el honor de izar la enseña fue un civil, Cosme Maciel, también vecino de Rosario. En esta ciudad se encuentra el Monumento Histórico Nacional a la Bandera asentado en el Parque Nacional a la Bandera.

¡Soldados de la Patria! En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excmo. Gobierno: en aquel, la batería de la "Independencia", nuestras armas aumentaran las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo "¡Viva la Patria!"

El Gobierno Nacional el 3 de marzo de 1812 prohibió al general Belgrano utilizarla, por razones de política internacional, ordenándole que la ocultara disimuladamente y que la reemplazase por la usada en la Fortaleza de Buenos Aires (la rojigualda). Como Belgrano partió hacia el norte para hacerse cargo del Ejército del Norte, no tomó conocimiento de la orden de desechar la bandera. Luego de avanzar a San Salvador de Jujuy, el 25 de mayo de 1812 celebró el segundo aniversario de la Revolución de Mayo con un Te Deum en la iglesia matriz, durante el cual el canónigo Juan Ignacio Gorriti la bendijo. El 29 de mayo Belgrano informó al gobierno:

(...) el pueblo se complacía de la señal que ya nos distingue de las demás naciones (...)

El Triunvirato amonestó por ello a Belgrano el 27 de junio, quien contestó el 18 de julio diciendo:

La guardaré silenciosamente para enarbolarla cuando se produzca un gran triunfo de nuestras armas.

El 24 de julio la entregó al Cabildo de Jujuy. El triunfo lo obtuvo él mismo el 24 de septiembre de 1812 en la Batalla de Tucumán.

En enero de 1813 Belgrano volvió a confeccionar otra bandera, lo cual fue aceptado por la Asamblea del Año XIII al iniciar sus deliberaciones el 31 de enero de 1813, siempre y cuando fuera sólo usada como bandera del Ejército del Norte, y no del estado.

El 13 de febrero de 1813 después de cruzar el río Pasaje (desde entonces llamado también Juramento), el Ejército del Norte juró obediencia a la Asamblea del Año XIII mientras el Barón de Holmberg sostenía una bandera celeste y blanca.

El 20 de febrero de 1813 se libró la Batalla de Salta, en la cual Belgrano logró un triunfo completo. Esta es la primera batalla que fue presidida por la bandera celeste y blanca, como bandera del Ejército del Norte. Fue usada durante la Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú hasta la Batalla de Ayohuma el 13 de noviembre de 1813.



La bandera fue adoptada oficialmente como símbolo de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 20 de julio o 25 de julio de 1816 por el Congreso General Constituyente de San Miguel de Tucumán. Es el mismo Congreso que había proclamado el 9 de julio de 1816 la Independencia argentina. En dicho Congreso participaron diputados que representaron a Tarija y otras zonas al norte de Argentina, actual Bolivia. En esa sesión se confirmó el uso de la bandera creada por Manuel Belgrano como la única bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Esta bandera es la que la República Argentina recibió en herencia.


La primera bandera argentina constaba de un cuadro celeste cosido a un cuadro blanco de igual tamaño (las medidas son imprecisas, pues estas banderas eran elaboradas por militares en servicio en circunstancias a veces adversas que no permitían tomar tanto tiempo en la elaboración de un distintivo). Se cambió paulatinamente al diseño de fajas horizontales debido a que en ocasiones las banderas eran de tamaños desproporcionados y debían izarse de formas distintas. La bandera menor citada está dividida en tres franjas horizontales de igual tamaño, de color celeste la superior e inferior, color blanco la central y un sol en la mitad de la franja blanca.



Posteriormente, en 1818 se define a la bandera mayor durante el gobierno de Juan Martín de Pueyrredón, incluyéndole el sol incaico. Este sol aparece en el centro de la bandera. Es un sol figurado con rostro humano, de color oro amarillo con treinta y dos rayos: 16 flamígeros apuntando o "girando" en sentido horario, y 16 rectos colocados alternativamente, según diseño de la primera moneda argentina. Este diseño del sol se debe al orfebre peruano Juan de Dios Rivera (apodado "El Inca", ya que era descendiente de una ñusta), quien adoptó el símbolo del Inti o Sol inca como emblemático de la nación argentina. Manuel Belgrano aceptó este añadido, llamado también Sol de Mayo, ya que en la nubosa y lluviosa jornada (en la ciudad de Buenos Aires) del 25 de mayo de 1810, asomó el sol en el cenit. Esta bandera tenía el color basado en un azul más oscuro.




 

martes, 11 de mayo de 2010

Mitos y leyendas

Mitos y leyendas

La leyenda suele ser un relato maravilloso que algunas veces tiene origen en algún evento histórico, pero que suele estar enriquecido por numerosos elementos fantásticos. Es una producción literaria de creación colectiva sobre la existen diferentes versiones. Muchas de ellas han llegado a nuestros días incluso como auténticas piezas literarias.




A diferencia de la leyenda, el mito describe más claramente una historia que guarda una estrecha relación con lo religioso. En efecto, posee componentes alegóricos evidentes que refieren a una fuerza de tipo creadora o mágica que forma parte vital de la tradición que los genera. Los mitos, tienen así, una influencia importante dentro de las costumbres de una sociedad.

lunes, 3 de mayo de 2010

Los Lules

Origen y ubicación
Antes de la llegada de los españoles, grupos de pueblos huárpidos chaqueños comenzaron a desplazarse hacia el oeste y hacia el sur, empujando y sometiendo a las tribus allí asentadas. Los españoles encontraron a la comunidad denominada Lule, al sur de Salta, norte de Tucumán y noroeste de Santiago del Estero. Los Vilelas aparecieron recién en las crónicas españolas luego de la expedición al Chaco del gobernador Ángel de Peredo, a mediados del siglo XVII. Probablemente fueron de la misma familia de los Lules, que no emigraron hacia el sudoeste.



Aspecto físico
Los Lules - Vilelas eran altos y delgados. Los hombres andaban desnudos o usaban una especie de pollerita de plumas de avestruz y las mujeres se cubrían con una especie de delantal tejido con fibra gruesa de chaguar.
Usaban el pelo largo y solo se lo cortaban en caso de luto o de enfermedad. Se perforaban las orejas para colgarse de ellas hilos de diversos colores. En las celebraciones, los hombres se pintaban el cuerpo con manchas como el tigre y las mujeres se coloreaban la cara de rojo y negro.


Forma de vida
Eran nómadas y vivían de la caza, de la pesca y de la recolección de frutos y raíces silvestres. Cazaban principalmente el pecarí o chancho del monte, del que utilizaban la carne y el cuero y recolectaban en especial la algarroba que les servía de alimento y con la que fabricaban una bebida fermentada llamada chicha. También recogían de los árboles la miel silvestre o "miel de palo" que les era útil no solo como alimento, sino para elaborar el guarapo, bebida embriagadora.
Sus armas eran el arco, la flecha , la lanza y la macana (especie de machete de madera afilada). Los Lules - Vilelas eran de carácter alegre, cantaban y bailaban con frecuencia. Realizaban fiestas y ceremonias en las que bebían copiosamente hasta emborracharse.


 Hábitos alimenticios
fueron nómades, cazadores y recolectores. Cazaron principalmente el pecarí o chancho del monte y la recolección favorita fue la algarroba y la miel silvestre, esta última la obtenían haciendo un agujero en el árbol con una cuña y por allí extraían los panales sin precaución alguna. No trabajaron el riego, sólo debían cavar pozos o esperar la temporada de lluvias.

Fiestas y ritos
 tuvieron la presencia del yamán (chamán o shamán). Una de las tantas formas de curar consistía en sangrar al enfermo en la zona dolorida para sacar la mala sangre ocasionada por un espíritu (ayacuá).
Para invocar a la lluvia el yamán aspiraba por la nariz el polvo del cebil, y, una vez en trance, bailaba y cantaba pidiendo, a gritos, la llegada de la lluvia.
Su celebración más importante fue la Fiesta del Diablo, que tenía por objeto ahuyentar los males. Duraba 15 días. En ese lapso los indígenas cantaban y bebían hasta caer en un profundo sueño, para continuar al día siguiente con la celebración.


La lengua
La lengua de los Lules - Vilelas (estudiada por el padre Antonio Machoni) son similares, de fonética sencilla y con acentuación por lo general aguda. En la mayoría de los casos el adjetivo se posponía al sustantivo y no tenía número gramatical, aunque el sufijo "il" solía usarse como plural. El sistema de numeración era de raíz doble. Por un lado cuaternario, es decir solo cuatro numerales independientes; el cinco se expresaba con los dedos de la mano, el diez con los dedos de ambas manos y el veinte con los dedos de manos y pies. A partir de allí el sistema era vigesimal.



alfareria
                                 Vasijas para tomar agua

 Algunas eran hechas en cerámica con barro cocido y otras trabajadas en cueros de animales.
                                  


                                 Tinaja para conservar agua


















                                                                   Vasijas